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El 14 de marzo es el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria que busca generar conciencia
respecto a la detección y tratamiento precoz de este problema que afecta a casi 400 millones de
personas en todo el mundo.

Si pensamos en perder orina en distintas circunstancias está claro que no es nada agradable y que
impactará fuertemente en nuestra calidad de vida y autoestima. Sin embargo, la vergüenza o tabú
que se genera alrededor de esta disfunción hace que históricamente no sea diagnosticada o
consultada. De hecho, menos de un 40% del universo total lo ha mencionado alguna vez al médico
y eso probablemente sea por la creencia de que “es normal” debido a la edad, el embarazo, la
cantidad de partos, el postparto o el deporte, pero quiero decirte con todas sus letras que no,
nunca es normal perder orina.

La incontinencia de orina (IO) se define, según la International Continence Society (ICS), como la
pérdida involuntaria de orina. Su prevalencia en la comunidad es bastante amplia variando de un 5
a 69%, debido a las diversas metodologías y poblaciones que se han estudiado. Sin embargo, el
consenso estima que alrededor del 25-45% de la población sufre este problema de salud y que
afecta mayoritariamente a mujeres en edad adulta. En las mujeres, la IO está típicamente
relacionada a disfunciones de suelo pélvico que podrían ocurrir durante el embarazo, el parto o al
llegar la menopausia.

Quiero explicarte que, aunque existen varios tipos de incontinencia hay 2 más frecuentes:

  • La incontinencia de orina de esfuerzo (IOE) y
  • La incontinencia de urgencia (IOU).

La IOE consiste en la pérdida involuntaria de orina frente a situaciones que producen un aumento
de la presión intraabdominal. ¿Has notado qué ocurre con tu abdomen o suelo pélvico cuando
toses? Te invito a realizar el ejercicio y poner atención. El abdomen debe contraerse para ayudar a
amortiguar el aumento de presión y deberías sentir que tu piso pélvico se activa para soportar esa
carga. De esta manera ambos están trabajando juntos, en sinergia, para gestionar la presión que
aumentó. Cuando esta sinergia se pierde o existe debilidad muscular de suelo pélvico y/o
abdomen podrían aparecer los episodios de incontinencia debido a que los aumentos de presión
no gestionada provocan que la uretra (el tubo que conecta a la vejiga con el exterior) no logre
contener la orina. En otros casos la IOE también puede darse por alteración anatómica de los
elementos que sostienen a la uretra o por exceso de carga (tos crónica, estreñimiento con pujo
excesivo, obesidad, parto vaginal). En la IOE el principal tratamiento es la recuperación de la
función muscular.

Por el contrario, la IOU la identificamos porque la pérdida de orina está asociada a un impulso
repentino e intenso de orinar que es difícil de posponer. En este caso aumenta la cantidad de
veces con la que se va al baño y la sensación de urgencia puede venir sin ningún esfuerzo, durante
el día y también en la noche lo que altera la calidad de sueño y seguridad si no existe un baño
cerca. En este caso el problema está en la vejiga debido a una alteración de su función fisiológica
normal, ya sea por una sobreactividad del músculo que se encarga del vaciado vesical (Músculo
Detrusor) o por la disminución de la capacidad de expansión de la vejiga que se traduce en una
limitación de su capacidad, o un aumento de su sensibilidad por alteración de las vías nerviosas
que controlan el proceso miccional. En este caso es posible requerir el uso de medicamentos.
Estos dos tipos son las más comunes y suelen mezclarse dando origen a la Incontinencia Mixta.

Ahora bien, para el tratamiento de la IO es muy importante revisar, además de la función muscular y visceral (dependiendo del caso) los hábitos de quien la padece porque estos son factores importantes que pueden contribuir al problema. Entre ellos podemos mencionar:

  • Ingesta de líquidos: existen algunos irritantes para la vejiga como el té o el café, así como las bebidas con gas.
    Idealmente preferir agua y fraccionar su consumo en el día.
  • Hábitos alimenticios: en mujeres con estreñimiento y pujo excesivo es importante revisar el consumo de fibra (y agua) para mejorar la consistencia de las deposiciones
  • Educar la técnica defecatoria: aprender la postura adecuada para relajar la musculatura de piso pélvico y evitar el exceso de presión intra abdominal al momento de defecar.
  • ¡Educar a la Vejiga!: evitar ir al baño por si acaso ya que la vejiga se desprograma y comienza a desencadenar deseo miccional con volúmenes más bajos.

Todo este proceso debe ir siempre acompañado de un profesional especialista en el área médica (urólogo/ginecólogo) y de Kinesiología para rehabilitación de suelo pélvico de manera de individualizar el tratamiento y las recomendaciones.

¿Qué ocurre con la Incontinencia Urinaria en el embarazo y post parto?

Alrededor del 18% al 27% de las mujeres presentan IO en el último trimestre de embarazo. Esto
puede estar influenciado por los cambios hormonales y la carga que supone el útero en gestación
sobre el suelo pélvico. Numerosos estudios han mencionado que tanto el embarazo como un
parto vaginal podrían causar debilitamiento de la musculatura y por tanto generar incontinencia
sobre todo en el postparto. Sin embargo (y aquí viene lo interesante) aun cuando las causas
“mecánicas” explicarían potencialmente por qué ocurre… solo un tercio de las mujeres lo
experimentan! ¿Entonces, es acaso la incontinencia urinaria algo que va a ocurrirte si estás
embarazada? La respuesta es NO, no siempre.

En ese sentido la prevención es clave. Debes poner atención a los síntomas antes descritos y
consultar a un profesional especializado en el área para que pueda ayudarte a recuperar la
funcionalidad de tu suelo pélvico y hacer los ajustes necesarios en tus hábitos. Y si en tus planes
está embarazarte o fuiste mamá hace poco (o mucho) con mayor razón, pues se ha visto que las
mujeres con IO antes del embarazo tienen mayor predisposición a presentarla durante, y más aún,
en el post-parto.

Te invito a tomar conciencia y comenzar este camino de autoconocimiento. ¡Perder orina no es
normal, pero si te ha pasado consulta pronto! Existimos muchos profesionales dispuestos a
ayudarte.

 

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